Los partos pueden ocurrir en cualquier momento dentro de las 37 y 42 semanas, y se consideran un embarazo de término, en el que el bebé está maduro para nacer cuando el parto se da de manera espontánea, pudiendo sobrevivir junto a su madre sin mayores contratiempos.
Al menos el 17% de los partos ocurre espontáneamente después de las 41 semanas. Y es normal.
Aún así, lo estudios muestran que al superar las 41 semanas o más conocido como «Embarazo en vías de prolongación», comienza a aumentar el riesgo de: muerte fetal intrauterina, parto por cesárea e ingreso a UCI neonatal. Riesgos que aumentan significativamente después de las 42 semanas, en el «Embarazo prolongado», por lo que se desaconseja avanzar hasta esta etapa.
Estos hallazgos motivan a que las guías clínicas y recomendaciones internacionales señalen la necesidad de realizar una inducción de parto planificada desde las 41+0 semanas, en mujeres con gestaciones saludables.
INDUCCIÓN? Cómo, cuál, cuando?
No existe un espacio distendido para poder hablar sobre esto, ni tampoco suelen contarte cuales son las opciones y de que dependen cuando estás en la consulta con tu médico o matrona. Solo se programa.
La inducción es una tremenda oportunidad para lograr un parto vaginal, cuando es necesario, pero conocer el proceso resulta en bajar la ansiedad, transitar un camino conocido, privilegiando la experiencia de parto para ti y tu bebé.
Sabías que puedes comer, beber, caminar libremente, e incluso decidir si usas anestesia o no?
El parto inducido no está exento de proteger los derechos de las mujeres en el parto y debemos trabajar por brindar la mayor comodidad y resguardo de sus necesidades.
Carolina González García.
Matrona
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